martes, octubre 24, 2023

8-CRÓNICAS DE VIAJE- PAIS VASCO-BILBAO.-

 

8-PAIS VASCO-BILBAO.-

Los viajeros entran por fin al Euskadi, Euskalería. El País Vasco.  Y se preparan para disfrutarlo.

No se conoce bien el origen del pueblo primitivo ni de su idioma, que no se parece a ningún otro. Rocío se ocupa de que los viajeros conozcan algunas palabras en Euskera, saludos, apellidos y frases habituales. La Iturriña, bandera del País Vasco, la Nueva canción vasca y, la gastronomía. Los famosos “pintxos”.

 

Pero no se puede hablar de este país, sin hacer referencia a los tiempos recientes. Las luchas independentistas de ETA.

Este movimiento nace en los años 50 como Partido Autonomista Vasco y luego ETA, el brazo armado.

Son años de fuego, bien relatados por Fernando Aramburu en su libro “Patria”. Múltiples atentados y asesinatos, hasta 2011 en que entregan las armas.

 

“Ya todo ha pasado, renacen las plantas… “ cantaba Gardel y, los viajeros van entonces a conocer Bilbao, la capital del País Vasco.

Situada en Guipuzcoa, una de las tres provincias vascas, a orillas del Río Nervión, fue tiempo atrás, un gran centro siderúrgico y naval. Hoy poco queda de la industria y, es sobre todo un gran centro comercial, administrativo y turístico.

El recorrido comienza en la Alhóndiga (Azcuna Zentroa), reconvertida en Centro Cultural-Sorprenden las columnas multicolores y los amplios pasillos que dan la bienvenida a los viajeros.

Nació como Centro Cultural, pero pronto fue opacada por su rival. El Museo Guguenheim.

 

Y ahí está. A orillas de la Ría, el orgullo de Bilbao. La obra de Frank Gehry, el arquitecto canadiense. Sorprende el brillo de sus paredes de titanio y la estructura vanguardista. Da la bienvenida a los viajeros el perrito “Pupi”, una estructura de metal y flores naturales, de 13 metros de altura y, la escultura “Mamman” de Louise Bourgeois. Una inmensa araña de metal que permite a los viajeros circular entre sus patas.

Sólo queda recorrer las muestras, las paredes pintadas de Sol Levitz, probar por primera vez los “pintxos”, jugar con las aguas de la fuente y, seguir camino…. A San Sebastián ahora.

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